En una de sus primeras reuniones generales desde que asumió el control de la empresa en octubre, Elon Musk les dijo a los empleados de Twitter que la situación financiera del sitio web era grave y advirtió que la bancarrota «no estaba descartada». Desde entonces, las cosas parecen haberse complicado más en Twitter.
The New York Times informa que la compañía está tomando medidas drásticas para reducir costos. Según los informes, en las últimas «semanas», Twitter no pagó el alquiler de su sede principal en San Francisco y sus oficinas satélite en otros países. Según documentos judiciales obtenidos por The Times, la compañía también se negó a pagar una factura de $197,725 por vuelos chárter que Musk realizó durante su primera semana en Twitter. Al mismo tiempo, el sitio web de redes sociales continúa recortando personal, a pesar de que Musk les dijo recientemente a los empleados que la compañía terminó con los despidos. Entre las víctimas recientes se encuentra Nelson Abramson, jefe de infraestructura global de la empresa. El lunes, la empresa disolvió el Trust and Security Council, que está integrado por asesores externos.
Según The Times, Musk y otros ejecutivos también han hablado sobre las posibles repercusiones de negar la indemnización a miles de personas despedidas de la empresa en las últimas semanas. Cuando se hizo cargo de Twitter por primera vez, según los informes, Musk consideró despedir a muchos de los empleados, que posteriormente fueron despedidos sin ninguna indemnización por despido. Sin embargo, al final, decidió pagarles a los trabajadores estadounidenses al menos un mes de indemnización por despido, lo que aseguró que la empresa cumpliera con las leyes laborales estatales y federales.
En medio de estos esfuerzos de reducción de costos, Musk ha cambiado el equipo legal de Twitter anticipándose a las batallas legales que la compañía probablemente enfrentará en el futuro cercano. Recientemente despidió a Alex Spiro. El abogado defensor penal era uno de los aliados personales más cercanos de Musk. En 2022, defendió con éxito a un multimillonario en su infame caso de difamación por pedofilia. Musk asignó a Spiro para que dirigiera los equipos legales y políticos de la compañía, pero, según los informes, no estaba contento con su abogado personal después de enterarse de que dejó a James Baker como asesor general adjunto de Twitter. Musk despidió a Baker después de enterarse de que el exabogado del FBI era responsable de revisar la decisión de la compañía de restringir las publicaciones relacionadas con un artículo de 2022 publicado por The New York Post sobre la computadora portátil de Hunter Biden.
Desde entonces, según los informes, Musk ha contratado a «más de media docena» de abogados de SpaceX para llenar el vacío dejado por Spiro y Baker. Entre los que actualmente asesoran a Twitter se encuentra el vicepresidente sénior y consejero general de SpaceX, Tim Hughes. Anticipándose a posibles litigios, Musk también les dijo a los empleados que no paguen las facturas de viaje y otros proveedores a los que la compañía les debe dinero por sus servicios.
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