No sorprende que otro país esté prohibiendo TikTok en los teléfonos del gobierno, pero Francia está llevando las restricciones un paso más allá. Le Monde informa que el gobierno francés está prohibiendo aplicaciones de «entretenimiento» como TikTok, Twitter, Netflix e incluso Candy Crush en los dispositivos de los empleados del gobierno. Según el ministro de la Función Pública, Stanislas Guerini, las aplicaciones plantean riesgos de ciberseguridad que pueden comprometer tanto los datos de los empleados como los de la administración.
El gobierno no ha proporcionado una lista exacta de aplicaciones prohibidas. Sin embargo, Guerini confía en que puede haber algunas excepciones a la comunicación necesaria. En otras palabras, no impedirá que el equipo de redes sociales publique contenido. La prohibición entra en vigencia de inmediato, pero las sanciones por violar la regla se pueden determinar a «nivel de gestión», dijo la oficina de Guerini en un comunicado. El enfoque no afecta a los dispositivos personales.
La prohibición se produce después de que el gobierno federal de EE. UU., decenas de estados, Canadá, la Comisión Europea y el Reino Unido prohibieran TikTok en los dispositivos de sus trabajadores. En estos casos, la lógica era similar: a los funcionarios les preocupaba que el gobierno chino pudiera recopilar datos sobre personas importantes, difundir propaganda y obligar a ByteDance (la empresa matriz de TikTok) a entregar información confidencial.
TikTok ha negado repetidamente cooperar con el gobierno chino. Hablando ayer ante un comité de la Cámara, el CEO Shou Chu dijo que ByteDance «no es un agente de China» y que los datos de los usuarios de EE. UU. no estarán disponibles para los empleados en otros países cuando se complete el proyecto de migración a finales de este año.
Sin embargo, la política francesa no se dirige a ningún país o categoría de aplicaciones. En cambio, existe una preocupación general de que las aplicaciones de entretenimiento puedan poner en riesgo innecesario los datos del gobierno. No es un gran problema para los empleados que esperan ver Netflix durante el almuerzo, pero podría tranquilizar a los políticos que están preocupados de que los empleados puedan revelar información sin darse cuenta a través de sus cuentas de redes sociales.