La misión Artemis 1 de la NASA finalmente despegó después de varios retrasos causados por problemas en el motor, fugas de combustible y la Madre Naturaleza, lo que dejó a la agencia sin otra opción que reprogramar debido a las tormentas tropicales. Esta es la primera vez que el sistema de lanzamiento espacial de la NASA, su cohete más poderoso, y la nave espacial tripulada Orion vuelan juntos; también marca oficialmente el inicio del programa Artemis de la agencia, cuyo objetivo es llevar a la humanidad de regreso a la luna.
Antes de este último (y exitoso) intento de lanzamiento, hubo un momento tenso en el que la NASA no estaba segura de si el cohete despegaría. El equipo de lanzamiento encontró una fuga en la válvula de reabastecimiento de hidrógeno líquido en la torre de lanzamiento y tomó algún tiempo apretar los pernos a su alrededor. Además, la Fuerza Espacial de EE. UU. tuvo que reparar el radar que se suponía que rastrearía el lanzamiento del cohete, porque se apagó repentinamente. Eventualmente, el equipo de tierra logró arreglar la fuga de hidrógeno y la Fuerza Espacial descubrió que el problema con el radar fue causado por un interruptor de Ethernet defectuoso.
La NASA tuvo que retrasar el lanzamiento de Artemis 1 alrededor de una hora, pero esa fue la última vez que se retrasó la misión. A la 1:50 a. m. ET, el SLS estaba saliendo de la plataforma de lanzamiento. Unos minutos más tarde, la cápsula de Orión desplegó con éxito sus paneles solares y los motores de la etapa principal se apagaron para que pudiera despegar y caer al Océano Atlántico. La segunda etapa del cohete encenderá el motor para enviar a Orión en una trayectoria hacia la Luna. Eventualmente también se romperá, dejando a la tripulación de la nave en un viaje de cuatro semanas alrededor de la Luna antes de regresar a la Tierra. En algún momento del camino, la cápsula desplegará 10 CubeSats, diseñados para realizar su propia investigación científica para ayudar a futuras misiones en el espacio profundo.
Artemis 1 proporcionará a la NASA los datos necesarios para que los astronautas puedan volar de forma segura a la Luna a bordo de la cápsula Orion. También le dará a la agencia la oportunidad de ver si el escudo térmico de la nave puede proteger adecuadamente a los astronautas a bordo cuando vuelva a entrar en nuestra atmósfera y se estrelle contra el Océano Pacífico. Si todo va bien, la NASA puede comenzar a planificar Artemis 2, que será la primera misión tripulada de Orión y enviará astronautas a volar alrededor de la luna.
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