Es posible que pronto se otorguen a las fuerzas del orden francesas amplios poderes para espiar a los presuntos delincuentes. Los legisladores de la Asamblea Nacional francesa aprobaron un proyecto de ley que permite a la policía rastrear a los sospechosos mediante la activación remota de cámaras, micrófonos y sistemas de localización GPS en teléfonos y otros dispositivos. El juez debe aprobar el uso de los poderes, y un proyecto de ley enmendado recientemente prohíbe su uso contra periodistas, abogados y otras «profesiones sensibles», según Le Monde. Esta medida también pretende limitar el uso en casos severos, y solo por un período que no exceda los seis meses. La geolocalización se limitará a delitos punibles con al menos cinco años de prisión.
Una versión anterior del proyecto de ley fue aprobada por el Senado, pero la enmienda requeriría la aprobación de la legislatura antes de que pueda convertirse en ley.
Los defensores de las libertades civiles están alarmados. El grupo de derechos digitales La Quadrature du Net ha señalado previamente el potencial de abuso. Dado que el proyecto de ley no aclara qué constituye un delito grave, se teme que el gobierno francés pueda usarlo para enjuiciar a activistas ambientales y otras personas que no representan una amenaza grave. La organización también señala que las políticas de seguridad perturbadoras tienen la costumbre de extenderse a delitos menos graves. Al principio, el registro genético se usaba solo para los delincuentes sexuales, pero ahora se usa para la mayoría de los delitos, según La Quadrature.
El grupo también señala que el acceso remoto puede estar sujeto a vulnerabilidades de seguridad. La policía explotará los agujeros de seguridad en lugar de decirles a los fabricantes cómo repararlos, dijo La Quadrature.
El ministro de Justicia, Eric Dupont-Moretti, dice que los poderes solo se usarán para «docenas» de casos al año, y que esto está «lejos» del estado de vigilancia de 1984 de Orwell. El político asegura que salvará vidas.
La legislación se aprueba en medio de crecientes preocupaciones sobre la vigilancia del gobierno. Ha habido una reacción violenta contra NSO Group, cuyo software espía Pegasus supuestamente se ha utilizado para espiar a disidentes, activistas e incluso políticos. Si bien el proyecto de ley francés está más enfocado, no tranquiliza exactamente a aquellos preocupados por la extralimitación del gobierno.